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CRÓNICA DESDE LA CALLE DE TOLEDO A LA PLAZA DE LAS CORTES
(POR TIRSO DE MOLINA Y ANTÓN MARTÍN)

Miércoles día 26 de Abril

Iniciamos la visita correspondiente al 26 de abril con un buen chute de glucosa. Tratándose de “Caramelos Paco”, ¿de qué otra sustancia se puede hablar?. Sobre 1930 Francisco Moreno Redondo inició tan dulce negocio elaborando en la trastienda de su local todos los caramelos y dulces que vendía. Fue también un adelantado en lo que hoy conocemos como “Publicidad” y que tanto dinero mueve de un tiempo a esta parte, A este avispado empresario le bastaron para sus anuncios las piedras berroqueñas que proliferaban cerca de las cunetas de las carreteras de la provincia de Madrid, en las décadas de los 40, 50 y 60, y un bote de pintura negra. Escribió “caramelos Paco”, por doquier y marcó una época tanto o más impactante que el famoso “toro de Veterano”.

https://www.yelp.com/biz/caramelos-paco-madrid

Sin movernos de la calle de Toledo pudimos admirar los pocos metros de fachada que quedan del Hospital La Latina.

Merece la pena dedicar unos minutos a la página que adjunto para recordar el resumen tan prolijo de nombres, fechas, guerras y avatares de toda índole que ha sufrido desde que abrió sus puertas durante el reinado de los Reyes Católicos.

https://es.wikipedia.org/wiki/Hospital_de_la_Latina#Historia

Cruzamos la calle de Toledo para recorrer la antigua calle San Millán, hoy conocida por Duque de Alba. Desde el sigloXVI hasta mediados del XIX hubo una ermita dedicada a San Millán Abad. En 1868 se derribó y en los bajos de la casa que se edificó en el solar abrió sus puertas el café San Millán que se caracterizó por sus “tertulias femeninas” de cigarreras y verduleras.

En la siguiente dirección hay fotos antiguas de distintos cafés del antiguo Madrid.

Al poco de cruzar la calle Estudios, nos encontramos con el palacio de la duquesa de Sueca, construido en el siglo XVIII y expropiado por Álvarez del Manzano. La serie televisiva “El MInisterio del tiempo” ha utilizado su fachada para su carátula publicitaria.

Por el contrario el palacio del duque de Alba, que hospedó en su día a personas tan notables como Pedro de Médicis, o Santa Teresa de Jesús, fue adquirido a finales del siglo XVII por este duque donde fijó su residencia familiar hasta avanzado el siglo XVIII.

El Duque de Berwick y Alba a finales del XIX, siguiendo el gusto estético del Madrid Isabelino, convirtió este edificio en viviendas.

En los años 50 los bajos de este inmueble los ocupaba el Banco Hispano Americano que supo adaptar sus necesidades a la antigua distribución palaciega. Con el nuevo siglo. Actualmente ha desaparecido le entidad bancaria y ahora es uno más de esos negocios de ropa barata.

Cerca ya de la Plaza de Tirso de Molina, el edificio del periódico “El Imparcial” apareció ante nosotros el abuelo del filósofo Ortega y Gasset, Eduardo Gasset y Artime. Fue el primer director de este periódico que encargó al arquitecto Daniel Zavala la sede de este diario. El 13 de febrero de 1913 se inauguraron sus modernas instalaciones. Unamuno, Azorín, Baroja…..eran asiduos colaboradores de un suplemento cultural llamado “Los Lunes de El Imparcial.

En los años 50 ya lo habían transformado en el cine Duque de Alba, que a pesar de tan pomposo nombre, su dudosa fama impedía que nuestros padres nos quisieran llevar.

Actualmente un restaurante-tienda llamado El Imparcial ocupa el edificio.

Giramos a la derecha y recorrimos un trecho de la calle Mesón de Paredes donde nació el famoso José Benito de Churriguera, y donde queda una taberna antigua, la de Antonio Sánchez, visita obligada a todo turista que se precie porque viene en todas las guías de turismo.

En la calle de La Espada, paralela a ésta, nació Gloria Fuertes, pero no nos adentramos porque nos quedaba mucho por ver de la visita programada.

El convento de la Merced que ocupó el espacio actual de la Plaza del Progreso, perteneció a los Padres Mercedarios Calzados desde 1564 hasta 1840 en que la desamortización de Mendizábal les obligó a abandonarlo.

En su magnífica iglesia se veneraba la imagen de la Virgen de los Remedios, muy querida por los madrileños de entonces junto con la de San Ramón Nonnato.

Actualmente está ubicada la estatua del insigne escritor y Mercedario Fray Gabriel Téllez conocido como Tirso de Molina, que residió en este convento y que conservó su celda hasta su demolición, según crónica de Mesonero Romanos.

Parece ser que la peana de esta estatua es la misma que en su día sustentó la de Mendizábal cuando también a esta plaza se le puso el nombre de este político.

https://todosobremadrid.com/que-hacer/escultura-tirso-de-molina/

En 1921 se abrió al público la estación de Tirso de Molina del Metro de Madrid de la línea 1 que milagrosamente ha llegado hasta nuestros días tal y como fue diseñada.

Varios puestos de flores que rodean esta boca de metro, desde la última remodelación de esta plaza, llevan los nombres de varias de las obras de teatro de este religioso Mercedario.

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Los Almacenes Progreso fueron un comercio muy famoso por su modernidad que mantuvo sus puertas abiertas hasta la década de los 70, a pesar de la desigual competencia que supuso en los años 50 la llegada de El Corte Inglés y Galerías Preciados.

En esta plaza se sabe que vivieron los hermanos Bécquer, y el pintor Sorolla tuvo durante un tiempo su estudio.

En la esquina de esta plaza con la calle Lavapiés, sigue en pie el antiguo teatro Progreso que en la posguerra se convirtió en cine de reestreno y mantenía el nombre y el gigantesco telón pintado maravillosamente con el anuncio de “Agua de Carabaña”. Hoy, es el teatro Nuevo Apolo dedicado sobre todo a musicales.

Cuando era cine, en los bajos, se encontraba un “bailongo” llamado “El Conga”, que no tardó en provocar la hilaridad de los asistentes cuando alguno de los que por entonces eran jóvenes universitarios recordaron graciosos chascarrillos de aquéllos años.

Antes de continuar nuestra visita por la calle de La Magdalena, el Dr. Cremades nos hizo saber que fue en la cercana calle de Relatores donde nació el Dr. Cortezo, aunque es una calle paralela, la que lleva su nombre.

La antigua Ermita de María Magdalena dio nombre a esta calle en la que se sabe vivió algún tiempo Cervantes y murieron Patricio de la Escosura y el alcalde Alberto Aguilera.

Desaparecida la ermita, se levantó un convento con el mismo nombre perteneciente a la congregación de Agustinas que abarcaba desde la paralela calle Atocha hasta ésta de Magdalena y derribado en 1836.

En el número 10 de esta calle, se encuentra el Palacio del marqués de Perales donde actualmente se encuentra la Filmoteca Española y su biblioteca. La puerta “churrigeresca” es obra del arquitecto Pedro de Ribera que nació en la cercana calle del Oso y murió en el 26 de la calle de Embajadores, siendo enterrado en la iglesia de San Cayetano, proyectada también por él.

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En el número 40 de esta calle se incendió en 1880 un modesto y popular teatro llamado “Variedades”, que nunca fue reconstruido. Entre algunos nombres destacados de los actores de arte bufo que era el género cómico que se representaba en este “teatro por horas”, se encuentra un sobrino del famoso actor romántico Julián Romea Yanguas, llamado Julián Romea Parra.

Desembocamos en la plaza de Antón Martín, donde este fraile de la Orden Hospitalaria y sucesor de su fundador San Juan de Dios, edificó el Hospital de Nuestra Señora del Amor de Dios, hoy desaparecido.

La famosa farmacia El Globo, fundada por el farmacéutico Miguel González Gallardo sigue en pie. Actualmente este negocio ocupa la totalidad del edificio pero sabemos que Ramón y Cajal vivió en el piso tercero varios años.

El Monumental Cinema fue encargado por la famosa empresa dedicada al calzado llamada SEGARRA, al arquitecto Teodoro Anasagasti. Tiene un aforo de más de cuatro mil espectadores y una placa recuerda que el músico Serguei Prokofiev estrenó su segundo concierto para violín el 1 de diciembre de 1935.

La Fuente de la Fama, hoy sita en el Museo Municipal de Madrid, se encontraba todavía en esta plaza en la segunda mitad del siglo XIX. Actualmente ocupa este espacio el monumento realizado por Juan Genovés en recuerdo de La Matanza de Atocha.

Atravesando la Plaza accedimos a la calle del León donde se fundó el primer colegio femenino de El Loreto.

Parece ser que el nombre de esta calle se debe a un turco que vivió en ella por el siglo XVII, con un león enjaulado y que enseñaba a cambio de unos maravedíes. Fue uno de los mentideros más frecuentados de Madrid. Cervantes vivió en dos casas de esta calle, muriendo en la segunda donde hoy se encuentra una placa conmemorativa.

D. Jacinto Benavente nació en esta calle, y en el número 21 se encuentra actualmente la Academia de La Historia. Se le atribuye a Juan de Villanueva este edificio que utilizaron como almacén La Orden de los Jerónimos de San Lorenzo de El Escorial.

En el Café del Prado que muchos de nosotros hemos tenido la suerte de conocer, D. Ramón y Cajal asistía a su famosa tertulia científica. En el otro extremo de la calle, cerca de Antón Martín, se encontraba el Café Zaragoza, donde periodistas, políticos y literatos mantenían encendidas tertulias que estuvieron a punto de convertirse en un campo de batalla a raíz de la Revolución de 1868.

Como se había hecho la hora del aperitivo, enfilamos la calle Echegaray, llamada del Lobo anteriormente, buscando el famoso bar Los Gabrieles, pero sigue cerrado.

https://es.wikipedia.org/wiki/Bar_Los_Gabrieles

Encontramos abierta la taberna “La Venencia”, donde un cliente que conocía Los Gabrieles, nos dijo que los dueños actuales quieren reabrirlo, pero no se sabe cuándo. Nos animó a probar el jerez que es la única bebida que se sirve en esta tasca gaditana con algunas tapas como mojama, aceitunas y poco más. La barra, las botellas llenas de polvo, toneles, carteles, mesas y sillas, todo ello tan viejo y abandonado curiosamente, invita a volver, sobre todo, con esos amigos extranjeros que nos visitan y que dicen que ya lo han visto todo.

Camino de la plaza de las Cortes, final de la visita, en el edificio donde se encuentra el Hostal Aguilar de toda la vida, se dice que tuvo lugar la primera proyección cinematográfica en España. Unos, mantienen que fue en el Circo de Parish el 11 de mayo de 1896, y actualmente, una placa en la fachada reza que fue en ese lugar y el día 14 de mayo de 1896.

Llegados a la estatua de Cervantes recordamos lo ocurrido en el 2009, en la última remodelación de esta plaza, cuando unos operarios encontraron en el basamento de la estatua, una cápsula del tiempo que contenía cuatro tomos de 1819 del Quijote, medallas, monedas y documentos

En las escalinatas del Congreso de los Diputados, algunos asistentes mantenían que uno de los leones conocidos como “los leones de las Cortes” era asexuado. Al final, no quedó claro si era el de la derecha o el de la izquierda el carente de atributos, por lo que habrá que seguir investigando.

Aprovechamos este entorno para la foto de rigor y después de la amena comida en el Ateneo, nos despedimos hasta la próxima.

Parece que en lugar de un resumen, me ha salido más bien un ladrillo, pero mientras nuestro guía aporte tantos datos y tan interesantes, ¡A ver qué hacemos!.

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Un saludo amigos, y no me guardéis rencor.

Carmen