Queridos compañeros, sólo una breves líneas que queremos sirvan de resumen a esta primera aventura senderista que tuvo lugar casualmente en una fecha muy señalada para los demócratas ibéricos: sábado 25 de abril, aniversario de la famosa revolución portuguesa de los Claveles.
Nuestro objetivo era llegar a la famosa presa de El Pontón de la Oliva desde el antiguo poblado del Canal de Isabel II de El Atazar… pero antes hicimos una paradita para tomar un café (y algo más) en la bella localidad de Torrelaguna, pueblo natal del Cardenal Cisneros. ¡Qué buen pan tenían en la panadería Martín!
Después del desayuno continuamos viaje hasta llegar en poco más de media hora al semiabandonado poblado. Desde este elevado punto pudimos divisar parte del embalse de El Atazar y su impresionante presa.
Por un sendero carente de dificultades y en permanente y cómodo descenso, fuimos lentamente bajando por un sendero pedregoso pero bellísimo hasta llegar a una pradera donde el camino se dividía. Allí nos hicimos una foto de grupo, reparamos fuerzas y continuamos el descenso por un camino dulce como el agua de este río, un camino que nos acercó a uno de los lugares más hermosos y espectaculares de la Comunidad de Madrid, la Presa de El Pontón de la Oliva, plagada de escaladores.
Fueron tres horas inolvidables que nos demostraron una vez más que la naturaleza une a las personas, nos hace valorar más la amistad, el compañerismo, la generosidad. Tres horas en las que hicimos nuevos amigos.
La segunda parte de nuestro día fue en la cercana residencia Trabensol situada en Torremocha del Jarama. Allí compartimos almuerzo con los amigos residentes, allí nos explicaron su magnífico proyecto de vida, allí nos quedamos impresionados de la calidad humana de esta gente que apostó fuerte por un cambio en su forma de vivir estos años “dorados”.
Sobre las 7 de la tarde partimos de nuevo a la gran ciudad con la impresión de haber pasado un día muy especial, muy entrañable.
Para el curso que viene debemos tener más aventuras en común y con más compañeros con los que compartir nuestro camino.
Debríamos proponernos realizar al menos dos o tres excursiones a lo largo del curso. ¿Os apuntais?