COMENTARIOS A ACTOS FESTIVO-BENÉFICOS (2)
(Realizados para financiar la construcción del Hospital de la Princesa)
Vamos a continuar, a través de datos de hemeroteca, con los diversos actos “festivos” que se realizaron para conseguir fondos destinados a la construcción del Hospital de la Princesa.
I. Funciones de teatro por la Compañía del actor José Valero
En anterior escrito (Tiempo de Ayer en el Hospital nº 2) dimos a conocer a este actor que fue notable benefactor de nuestro hospital. Ahora añado algún dato más sobre el mismo y de la intención que tuvo de realizar representaciones teatrales en las capitales españolas que visitaba, destinando beneficios para el Hospital de la Princesa.
En el periódico “El Observador” (22-5-1852) dejan anotado lo publicado en “El diario de Cádiz” (dónde Valero se encontraba) y que dice así:”Ayer se repartieron los papeles que habrá de tener mañana en el teatro Principal, a favor del hospital de la Princesa y en cumplimiento de la oferta hecha por el Sr. Valero de verificar un beneficio con tan filantrópico objeto en cada una de las capitales de España”.
Como ya conocemos, este actor murió en Barcelona, a los 83 años de edad y con escasos medios económicos y, decíamos, que estuvo muy cerca de ocupar cama en el hospital al que tanto benefició. Sería enterrado en el cementerio de Montjuich en un modesto nicho cuya lápida fue costeada por los eximios artistas Dña. María Guerrero y D. Fernando Díaz de Mendoza.
Quien durante algunos años fue practicante y médico de nuestro hospital, D. José Francos Rodríguez (amigo y discípulo del Dr. Carlos María Cortezo), posteriormente dedicado al periodismo, literatura, política y también alcalde de Madrid, escribió sobre los años postreros de este actor en la columna que mantenía en la revista “La Esfera” titulada “Memorias de un gacetillero” lo siguiente: “El insigne comediante (…) comenzaba a declinar pero aún era digno de admiración. En la época del Novedades se batían palmas en honor del veterano artista (…) harto de rodar por el mundo por apremios de la mala suerte, dando vida a melodramas patéticos (…)”. (La Esfera 20-2-1915).
II. Corrida de toros
Puede leerse en “El Observador” (22-5-1852): “El jueves 25 del corriente se verificará en la plaza de toros por una reunión de aficionados una corrida de toretes de cuatro años, cuyo producto líquido se destinará a la suscripción abierta para la creación del Hospital de la Princesa. Creemos que el público de Madrid concurrirá a un espectáculo de esta naturaleza, tanto por la afición que muestra a esta clase de funciones, cuanto por el destino que se piensa dar a los fondos que se recauden”.
La plaza de toros de Madrid estaba situada junto a la Puerta de Alcalá. Fue construida en el año 1749 y era la utilizada hasta el año 1870. Debido al crecimiento de la capital (se comenzaba a construir el actual “Barrio de Salamanca”) en el año 1874 fue sustituida por otra situada en los terrenos que actualmente ocupa el Palacio de los Deportes. El progresivo aumento de la ciudad y aficionados a la tauromaquia motivaría la edificación de la actual “Plaza Monumental de las Ventas” que fue inaugurada en 1931.
Puede verse la situación de la plaza de toros, en la que se celebraría el festejo reseñado, en el grabado que sigue:
III. Fuegos artificiales en el parque del Retiro
En “El Observador “(29-5-1852) puede leerse: “Los grandes fuegos artificiales que se suspendieron a causa del temporal en el patio grande del real sitio del Buen Retiro,a beneficio del Hospital de la Princesa, tendrán lugar en la noche del 30 del corriente (si el tiempo lo permite) bajo la dirección de los polvoristas valencianos Miquel y Llorens. Esta segunda y última función será enteramente variada en muchas de sus piezas y plantones de fuegos de tierra, y en un todo la fachada final que serán dos, las mismas que se ejecutaron en Valencia la noche del 14 del pasado abril, ante SS. AA. RR los serenísimos señores Duques de Montpensier. El artificio durará una hora. El coste de ésta será el de 80,000 rs. Habrá un despacho de billetes en la puerta del emberjado que conduce al patio, por donde podrán entrar los que regresen de paseo y otro en la casa de la vaca como en la función anterior. La entrada será a las siete y media y los fuegos al anochecer.”
Llama la atención es este recorte de prensa la palabra “polvorista” (actualmente poco utilizada y parece haber dejado paso a la de pirotécnico) y que al referirse al lugar de realización de estos fuegos artificiales sea en “la casa de la vaca” (singular).
Anoto, a continuación, una breve historia sobre “La Casa de Vacas del Retiro”:
Cuando el rey Fernando VII regresa del exilio en Francia, mandó edificar en el Real Sitio del Buen Retiro (utilizado por la Casa Real) una serie de “Caprichos Románticos” siendo uno de ellos una casa-establo para vaquería en la que, al parecer, jugaban las hijas del monarca y podían beber leche tras ordeñar a las vacas. Aunque este recinto del Real Sitio fuera de “patrimonio real” es probable que se autorizara, en algunos lugares, para disfrute del pueblo de Madrid (que es lo que sucedió en el caso que nos ocupa).
Tras el destronamiento de Isabel II, el triunfo de “La Gloriosa” (1868) y llegada de la Primera República, por Decreto, la Corona pierde los derechos sobre los Jardines del Buen Retiro y estos pasan a depender del Ayuntamiento de Madrid.
La “casa de la vaca” o “casa de vacas” en 1873 ó 1874 se alquila a Mateo Cabezas y Romeral que la trasforma en un establecimiento modélico donde se podía beber leche recién ordeñada tras contemplar la operación en público. Se adosó un pequeño bar a su alrededor. En mayo de 1886 un fuerte vendaval afectó notables daños en “la casa de vacas” que se reconstruyó ya en el siglo XX.
El ABC (2-6-1904) comenta su reconstrucción “con los adelantos modernos de la higiene” y habilitación del bar contiguo siendo “punto de reunión obligado de la buena sociedad madrileña” y felicitan a quienes lo regentan (Sra. Viuda e hijo de D. Ramón García). Acompaña fotografía del establo y del bar.
Sobre los años 1908 a 1910 permaneció varios meses cerrada y también ABC (23-6-1910) relata su reapertura “como uno de los mejores restaurant y café de Madrid en el que se mantiene la especialidad tradicional de la casa”, es decir leche pura, “excelente, de garantizada procedencia, merced a la instalación de un establo modelo montado en Vallecas y en el que se alojan magníficos ejemplares de vacas” (es decir, dejaron de estar las vacas en el Retiro).
En los años finales del siglo XIX y primeros del siglo XX, este lugar también sería conocido como la Vaquería del Retiro y con este nombre es citado en obras literarias de autores de la época y representada en grabados como los que reproducimos en este trabajo.
Posteriormente se cerró, abriéndose de nuevo en la década de 1920 y pasó a ser “Restaurante Ideal –Retiro” con terrazas y pistas para bailar y patinar. Tras la guerra civil y años `posteriores (aunque se habían realizado reparaciones) se encontraba (en 1950) en estado deplorable.
En la década de 1960 se establece con restaurante, orquesta y bar, con el nombre de “Pavillón” (en esta época llegaron a actuar conocidos cantantes como Paul Anka, los Brincos, Serrat y otros). Aún así fue cerrada en 1979. En 1983 las instalaciones sufrieron un incendio (al parecer provocado por una hoguera realizada por mendigo que allí pernoctaba).
En 1986, tras una nueva restauración, el Ayuntamiento destina este lugar para Centro Cultural y retoma el nombre primitivo de “Casa de Vacas” (es la situación actual).
Carlos Cremades Marco
ANOTACIONES:
He destacado en legra “negrita” algún párrafo de los documentos periodísticos reseñados.
El grabado de la Plaza de Toros: Se trata de una vista aérea de Madrid “Real Pósito. Palacio del Retiro y Puerta de Alcalá. En el año 1854”. El autor de este tipo de litografías es Alfred Guesdon que las realizaba tras fotografía, que pudo ser obtenida desde globo aerostático. Era colaborador de revistas ilustradas de Francia y parece ser que también las comercializaba (datos tomados de wikipedia).
La primera ilustración del apartado “Casa de Vacas” corresponde a dibujo insertado en “La Ilustración Española y Americana” (8-5-1883) y está titulado como “Tardes del Retiro”. Se trata de un dibujo de Samuel Urrabieta Vierge y en las páginas de texto de dicho ejemplar de la Ilustración se indica que corresponde a “La casa de Vacas”.
La ilustración que sigue titulada “Vaquería del Retiro” está firmada por Álvarez Sala, notable pintor asturiano (1869-1919) que durante años fue ilustrador de la revista de Madrid “Blanco y Negro”. Es probable que este dibujo esté inserto en esta revista pero no lo he localizado.