Reproducimos información procedente de ACTA SANITARIA de fecha de hoy, lo que confirma que la guerra sigue, ampliándose los frentes como no es para menos.

 

A los movimientos de huelga promovidos desde diversas instancias sindicales de la sanidad de Madrid y a las declaraciones de instituciones como el Colegio de Médicos, en contra de la anunciada reforma de la sanidad pública en la región, el pasado miércoles se produjo el rechazo de la misma desde la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), así como desde la sociedades médicas de Atención Primaria (SEMG, SEMERGEN y SEMFYC) y desde el Colegio de Enfermería de Madrid.

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 A juzgar por los escritos conocidos y por los difundidos por las organizaciones profesionales citadas, a nadie ha dejado indiferente la reforma anunciada por el gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Ignacio González, entre otras razones porque, además de carecer de documento alguno que justifique sus planteamientos, la misma se ha diseñado de espaldas a los profesionales. Y también, como lo destaca FACME en su comunicado, lo que se plantea es una ‘privatización’, aunque se disfrace bajo el término ‘colaboración’.

 

Críticas de FACME

 

La Asamblea General de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), ante el anuncio de privatización de la gestión de parte de los servicios sanitarios públicos de la Comunidad de Madrid, aprobó una declaración en la que, después de asegurar que no se puede minimizar la medida, por el impacto que puede tener en el resto de comunidades, la califica de privatización y no de colaboración.

 

Luego, y entre otras consideraciones, manifiesta que no se puede afirmar que la gestión del Sistema Nacional de Salud sea ineficiente. Y señala que ‘la afirmación de que la gestión privada es más eficiente que la pública se fundamenta sobre premisas ideológicas, al no existir datos de comparación homogéneos entre ambas… No se puede afirmar, con datos sólidos, que la gestión privada sea más eficiente o de mejor calidad que la pública, ni lo contrario…’

 

Por otro lado, FACME advierte que ‘no existen precedentes, en las democracias avanzadas, de tomas de decisión de la transcendencia que estamos comentando, sin que hayan sido sometidas a un debate público… No se ha llamado a consulta a los agentes implicados; no se ha propuesta en un programa electoral; no existe, por tanto, legitimación técnica, social o política’.

 

 

Postura de las Sociedades Médicas de Atención Primaria

 

Por su parte, las Sociedades Españolas de Atención Primaria (SEMG, SEMERGEN y SEMFYC) también insisten en que ‘las medidas anunciadas… no aportan datos objetivos que permitan inferir la mayor eficiencia del modelo que se propone y ni siquiera existe ningún estudio económico que demuestre que se va a producir el ahorro que se proclama’. Estiman que ‘las medidas planteadas son arbitrarias y los ajustes presupuestarios una simple coartada para proceder a transferir la gestión de los centros de salud a organizaciones empresariales con ánimo de lucro’. Y califican de eufemismo el que se presente como externalización de la gestión.

 

 

Enfermería de Madrid

 

El presidente del Colegio Oficial de Diplomados en Enfermería de Madrid, Pedro Bejarano, ha pedido a la Comunidad de Madrid la retirada inmediata del Plan de Medidas de Garantías de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid, ofreciéndose a negociar medidas alternativas que hagan posible el mantenimiento del Sistema.

 

Pedro Bejarano hacía esta solicitud en una rueda de prensa en la que participó un gran número de enfermeros colegiados que, junto con el presidente del Colegio de Enfermería, mostraron su rotundo rechazo a este Plan y denunciaron la falta de información sobre su contenido. Según el presidente del Colegio: “Todas las mejoras que se han producido en materia de salud en la Comunidad de Madrid han sido gracias al esfuerzo de los profesionales del sector; por ello, defendemos la sanidad pública”.

 

A este respecto, colegiados enfermeros presentes en la sala afirmaban: “No tenemos problemas con la sanidad privada, sino con que se privatice la sanidad pública”. Además, subrayaron algunos ejemplos por los que profieren este rechazo a la privatización: “tenemos compañeros que sufren las condiciones lamentables de la sanidad privada. Estos compañeros nos han asegurado que en los quirófanos de los hospitales privados ya no instrumentan las enfermeras, sino auxiliares”.