PRIMAVERA TRISTE
Es primavera y no me parece el momento adecuado para cortar de cuajo árboles que han crecido y madurado en un hospital al que han hecho crecer, le han sostenido durante años nada fáciles de soportar y que todavía podían prestar valiosos servicios, basados en su saber y experiencia.
Pero así ha sido de brusca e irracional la decisión de los altos mandos, empeñados, hasta niveles difíciles de comprender, en defender un sistema de gestión de dudosos resultados, frente al que se ha forjado en España durante años, llegando a convertirse en referente entre los Sistemas de Salud internacionales y con un alto grado de aceptación y demostrada eficiencia…. ¿O eran falsas sus propias afirmaciones?.
Del nuevo modelo todavía no hemos recibido argumentos convincentes que logren tranquilizarnos. Por el contrario, mucho hemos oído del hundimiento del Sistema de Salud Inglés desde su privatización y de los inquietantes resultados de los intentos de implantación en nuestro entorno, al menos cuando se pretende dar una cobertura sanitaria integral a los ciudadanos.
Es obvio que el aparato administrativo no es fácil de controlar, pero entiendo que es algo que se ha venido forjando en nuestro país desde tiempos inmemorables, bajo diversos sistemas políticos de las más variadas ideologías.
En consecuencia, entiendo que gestionar la Sanidad Pública con las características heredadas no debe de ser fácil, pero esto es algo generado y alimentado durante años por la clase política, a su antojo y conveniencia, con sus ventajas e inconvenientes.
No entiendo que ahora, repentinamente, decidan duplicar en Madrid el sistema de Salud, añadiendo uno de dudosos resultados a otro que ellos mismos consideran inadecuado, pero que no se molestan en corregir para hacerlo mas ágil, eficaz y económico.
Tampoco es fácil de entender que, precisamente cuando el Gobierno Central decide prolongar la edad de jubilación de los trabajadores a los 67 años, nuestro Gobierno Regional, aprieta las clavijas sin contemplaciones a partir de los 65.
Claro que otros dicen que así se quitan un buen puñado de descontentos criticones y molestos.
Y a nivel central, si realmente se trata de economizar en la preservación de la salud ¿a qué diablos viene mantener nada menos que diecisiete sistemas autónomos caros, heterogéneos e inconexos?
Decepcionado una vez más con el equipo que rige nuestra Comunidad, me despido con una frase del Dr. Pedro Ruiz Barnes, Defensor del Médico del ICOMEM:
“A partir de ahora, cuando los médicos son solo piezas de un sistema mercantil y lucrativo, veremos si el paso de los años no nos hace arrepentirnos de destruir algo que funciona y que sin justificaciones coherentes o transparentemente explicadas, es destruido y sustituido por una incógnita laboral en un servicio público”.
Mi afecto a todos los compañeros despedidos con absoluta falta de consideración a vuestra condición de personas y por muchos años profesionales sanitarios, por antojo o injustificada decisión de un equipo de responsables de la Sanidad Madrileña al que en malahora defendimos.
J. Ignacio de Ulíbarri
Presidente de AHUPA